La enfermedad de Lyme afecta directamente al sistema inmunitario. Cuando te pica una garrapata de ciervo infectada, transmite al torrente sanguíneo la bacteria de Lyme llamada Borrelia burgdorferi. Las bacterias también se denominan antígenos. Otros ejemplos de antígenos son las sustancias químicas, el polen, los metales pesados y los virus. Las coinfecciones también pueden ser transmitidas por la misma garrapata que te contagió la bacteria de Lyme.
Los antígenos son sustancias consideradas nocivas por el organismo porque, una vez que entran en el torrente sanguíneo, empiezan a multiplicarse. Este proceso es lo que llamamos infección. Cuando el organismo detecta un antígeno, los glóbulos blancos o el sistema inmunitario se ponen en marcha para buscar la sustancia extraña y sacarla del cuerpo. Para ello, el organismo produce anticuerpos que recorren el cuerpo hasta encontrar y destruir el antígeno.
Antígenos de la enfermedad de Lyme
A los enfermos de la enfermedad de Lyme les gusta esconderse en las células sanguíneas cerca del tejido cicatricial alrededor de las articulaciones, así como en los músculos, tejidos y otros lugares. Las bacterias de Lyme son excelentes para esconderse. También pueden volverse inactivas, lo que dificulta que la inflamación las localice y elimine.
Sin embargo, la inflamación no deja de buscar antígenos sólo porque se vuelvan inactivos o encuentren un buen lugar para esconderse. Los anticuerpos de la inflamación siguen buscando, provocando dolor e hinchazón en las articulaciones, los músculos y otras partes del cuerpo.
Sin embargo, existe un arma secreta que puede ayudar a la inflamación a completar su trabajo de destrucción de las bacterias de Lyme con la ayuda de las células dendríticas.
¿Qué son las células dendríticas?
Las células dendríticas capturan bacterias o antígenos y los presentan al sistema inmunitario, produciendo anticuerpos que los matan. En el caso de la enfermedad de Lyme, las células dendríticas capturarían la bacteria Borrelia burgdorferi, que puede ser difícil de localizar cuando está oculta o inactiva. Entonces, las bacterias se presentan a su sistema inmunitario.
Las células dendríticas son como una flecha de neón parpadeante que señala a la bacteria. Son como chivatos, topos o ratas de la mafia, pero en el mejor sentido.
Cuando el sistema inmunitario detecta una amenaza y activa los anticuerpos, éstos encuentran las células dendríticas que contienen las bacterias y las eliminan del organismo. Algunos anticuerpos permanecen en tu sistema para protegerte en el futuro. Recuerdan la bacteria y, si alguna vez la detectan, pueden empezar a combatirla mucho antes, protegiéndote de enfermar o desarrollar una enfermedad crónica como la enfermedad de Lyme.
Hay una forma aún más poderosa, utilizando células dendríticas, de protegerte de la enfermedad. Es con el uso de vacunas.
¿Qué es una vacuna?
Los científicos crean vacunas para ayudarte a desarrollar inmunidad sin enfermar primero. Es una forma de prevenir enfermedades y su propagación. Normalmente, las vacunas se fabrican a partir de la bacteria o el virus que intentas evitar, pero se diluyen lo suficiente como para que no te hagan enfermar.
Cuando la vacuna entra en tu organismo, éste empieza a fabricar anticuerpos y a practicar cómo combatir la infección. Tu inmunidad se fortalece y se hace más robusta para que cuando se necesite protección, esté lista. Para las infecciones relacionadas con la enfermedad de Lyme, los investigadores han desarrollado una vacuna de células dendríticas. Aunque no es una vacuna propiamente dicha, provoca una reacción similar a la de una vacuna.
Vacuna de Células Dendríticas
Médicos líderes en el campo de las enfermedades infecciosas, como el Dr. Morales de la Clínica Lyme México, comprenden el poder de este nuevo tratamiento para la enfermedad de Lyme. Escúchelo hablar de la vacuna de células dendríticas en la conferencia de la Sociedad Internacional de Enfermedades Asociadas al Lyme.
La vacuna de células dendríticas se crea usando células de su sangre que contiene bacterias de Lyme. Un médico especialista en Lyme extraerá células dendríticas de su torrente sanguíneo. Las mezclará con estimulantes de células inmunitarias y las expondrá a antígenos. La mezcla de antígenos y células dendríticas se inyecta de nuevo en su cuerpo.
Cuando se administra, la vacuna viaja al sistema linfático, activa los glóbulos blancos y elimina las bacterias. Las células dendríticas maduran para poder ayudar al sistema inmunitario a captar antígenos como la bacteria de Lyme. Luego, a medida que se desarrollan nuevas células, se entrenan para capturar también antígenos. Este proceso se repite, haciendo que su sistema inmunológico sea más fuerte y esté más preparado.
Otras terapias del sistema inmunitario
La vacuna de células dendríticas no es la única inmunoterapia. Los médicos expertos en Lyme también pueden prescribir una de las siguientes para ayudar a combatir la enfermedad de Lyme:
– La terapia de inmunoglobulina intravenosa (IGIV) es un procedimiento que refuerza el sistema inmunitario mediante la adición de plasma sano donado. El plasma se administra por vía intravenosa. Si padece la enfermedad de Lyme, su organismo puede tener dificultades para fabricar anticuerpos suficientes para combatir las bacterias. Recibir plasma donado puede reforzar su sistema inmunitario.
– La inmunoterapia de dosis bajas (LDI) y la inmunoterapia de dosis bajas con alérgenos (LDA) se utilizan para entrenar al sistema inmunitario a ser menos sensible a bacterias y alérgenos. Se inyecta una pequeña cantidad de bacterias de Lyme en el cuerpo para aumentar lentamente la tolerancia y desensibilizar la reacción del sistema inmunitario a los antígenos.
Las terapias del sistema inmunitario pueden reducir los síntomas de la enfermedad de Lyme porque tu sistema inmunitario ya no reacciona ante las amenazas percibidas. Antes, tu cuerpo permanece en un estado constante de inflamación. Después, la inflamación se reduce.