Vitamina D3
La vitamina D, también conocida como colecalciferol, es una vitamina liposoluble que contribuye a la absorción del calcio y el fosfato en el intestino, por lo que ayuda a fortalecer la masa ósea y mejora la salud del organismo. Se produce en el organismo cuando la piel se expone a los rayos ultravioleta B (UVB) de la luz solar. La vitamina D se administra en forma de suplementos dietéticos para mantener la salud de huesos, dientes y músculos.
Vitamina D y fatiga crónica
Este nutriente vital es necesario para muchos de los principales procesos corporales y aumenta la capacidad del organismo para absorber otras vitaminas y minerales esenciales. La vitamina D es importante para mantener la salud y el bienestar general. ¿Tiene un problema de fatiga crónica que parece no poder superar? Duerme lo suficiente, come bien y hace ejercicio con regularidad, pero ¿qué ocurre? La respuesta puede ser más sencilla de lo que cree: podría tener un déficit de vitamina D3. De hecho, la fatiga es uno de los síntomas más comunes de la carencia de vitamina D.
Papel de la vitamina D en el sistema inmunitario
La vitamina D desempeña un papel vital en el sistema inmunitario a través de numerosos mecanismos y regula tanto la respuesta inmunitaria innata como la adaptativa del organismo. La vitamina D se une a receptores de células inmunitarias como neutrófilos, macrófagos y células asesinas naturales y las anima a crear péptidos antimicrobianos que protegen al organismo de patógenos extraños. Según la Biblioteca Nacional de Investigación, la vitamina D desempeña un papel en la activación de las células antimicrobianas para ayudar al cuerpo a combatir las infecciones e inhibir el ataque de la infección.
¿Qué causa la deficiencia de vitamina D?
En IAH Wellness, nos encontramos con muchas personas que tienen problemas crónicos de salud que causan bajos niveles de vitamina D. Trastornos intestinales como la enfermedad de Crohn y la enfermedad celíaca pueden causar malabsorción, lo que impide que el cuerpo absorba los nutrientes de los alimentos. Dado que la vitamina D se almacena en gran parte en el hígado, padecer trastornos hepáticos también puede causar problemas para convertir la vitamina D en su forma activa.
Hay otros factores que pueden aumentar el riesgo de deficiencia de vitamina D, como por ejemplo
- Obesidad
- Mala absorción de nutrientes.
- Pasar la mayor parte del tiempo en interiores
- Llevar muchos protectores solares cuando se está al aire libre
- Cubrirse la piel cuando se está al aire libre
Síntomas de deficiencia de vitamina D:
La falta de vitamina D puede aumentar las probabilidades de desarrollar problemas de salud como osteoporosis, cardiopatías, diabetes y depresión. Los pacientes con deficiencia de vitamina D tienen un mayor riesgo de desarrollar los siguientes síntomas:
- Dolor muscular
- Aumento de peso
- Bajos niveles de energía
- Caída del cabello
- Deterioro de la cognición
- Eczema
- Bajo estado de ánimo