Babesia
La babesia es un parásito que infecta los glóbulos rojos. Esta infección parasitaria se transmite principalmente por la picadura de una garrapata, pero también puede adquirirse a través de una transfusión de sangre contaminada. En raras ocasiones se han registrado casos de transmisión congénita de la babesiosis.
Babesia y enfermedad de Lyme
La babesia suele estar presente con la enfermedad de Lyme y puede aumentar la gravedad de los síntomas de la enfermedad de Lyme. Se estima que Babesia está presente en más del 30% de los pacientes infectados por Lyme y la infección de Babesia agrava los síntomas de Lyme en un 3. Los pacientes coinfectados con la enfermedad de Lyme y Babesia, pueden experimentar fatiga más severa, dolor de cabeza, sudores, escalofríos, anorexia, labilidad emocional, náuseas, conjuntivitis y esplenomegalia en comparación con los que padecen sólo la enfermedad de Lyme. La babesia también puede aumentar por 3 la gravedad de los síntomas de la enfermedad de Lyme, de ahí la importancia de tratar la babesia para aliviar los síntomas de la enfermedad de Lyme.
Síntomas de la Babesia
Los síntomas de la Babesia suelen incluir:
- Dolores de cabeza
- Fatiga
- Fiebre, sudores nocturnos
- Dificultad para respirar, falta de aire, tos
- Ansiedad, depresión, labilidad emocional
- Náuseas, vómitos, inapetencia, dolor abdominal
- Dolor articular, dolor muscular
- Sueños intensos
- Agrandamiento del hígado y el bazo
Pruebas y tratamiento de la Babesia
Las pruebas actuales de detección de Babesia pueden ser poco fiables, ya que el parásito se detecta microscópicamente en tan sólo un tercio de los pacientes. Las pruebas específicas de ADN amplificable y de anticuerpos IgM tienen más probabilidades de dar positivo, pero aún no se ha determinado la fiabilidad de estas pruebas en la práctica.
Si una persona presenta fiebres crónicas, sudores, escalofríos, fatiga, dolores de cabeza y dificultad para respirar, debe realizarse una prueba de detección de Babesia. Las pruebas generales de laboratorio pueden detectar anemia, plaquetas bajas y enzimas hepáticas elevadas.
