La borreliosis es una enfermedad infecciosa causada por la bacteria Borrelia burgdorferi y que puede transmitirse por picadura o mordedura de garrapatas, tábanos o mosquitos.
Esta enfermedad, incómoda y a menudo difícil de diagnosticar, se transmite en nuestras latitudes casi exclusivamente por un tipo de garrapata conocida como garrapata del ciervo (en raras ocasiones también por mosquitos o tábanos).
La borreliosis (también llamada enfermedad de Lyme o con otros nombres en sus subcategorías) es una enfermedad infecciosa multisistémica que puede atacar cualquier órgano, el sistema nervioso humano, las articulaciones y diversos tejidos.
A diferencia de la infección vírica encefalitis transmitida por garrapatas (ETG), no existe vacuna contra la infección por la bacteria Borrelia.
Dependiendo de las condiciones meteorológicas, la mayoría de las infecciones se producen entre marzo y octubre.
En Alemania existe una marcada división Norte-Sur en cuanto al riesgo de infección y transmisión de las cepas bacterianas portadas por la garrapata del ciervo: Borrelia burgdorferi, Borrelia en sentido estricto, Borrelia garnii, Borrelia afzelii y Borellia spielmanii.
En los estados del norte de Alemania, sólo entre el 6% y el 10% de las garrapatas están infectadas con la bacteria Borrelia, mientras que en el centro y el sur del país, estas tasas pueden llegar al 50%.
Por desgracia, a menudo ocurre que un caso de borreliosis no se reconoce como tal hasta años después de la infección por la garrapata, tras haberse sugerido muchos otros diagnósticos, por lo que se pierde un tiempo valioso para iniciar una terapia eficaz.
Progresión de una infección por borreliosis
Pocos días después de la picadura de garrapata, suele aparecer un anillo enrojecido en la piel que rodea la herida original, lo que se denomina «eritema migratorio».
En la primera fase, la infección por la bacteria Borrelia aún puede tratarse con antibióticos, ya que los espiroquetas aún se encuentran en la sangre y son fácilmente accesibles a los antibióticos.
Pero como la mancha roja que se expande no siempre aparece, y la primera fase a menudo se pasa por alto, en las fases posteriores las bacterias se retiran a los tejidos periféricos más fríos, como las cápsulas articulares y los ligamentos, donde pueden causar roturas espontáneas y otros daños.
Los pacientes suelen interpretar como «gripe» reacciones físicas evidentes como fatiga, dolores de cabeza, arritmia cardiaca y fiebre.
Así que no se realiza el diagnóstico correcto de la borreliosis.
Si la borreliosis progresa a esta fase crónica, los pacientes pueden esperar a menudo un largo calvario antes de recibir alivio médico, porque a menudo no hay rastro de una infección bacteriana aguda en el torrente sanguíneo, y las bacterias, que se han replegado en las células, son difíciles de alcanzar con antibióticos.
Además, la bacteria de la borreliosis puede imitar muchos cuadros clínicos diferentes, lo que no hace sino dificultar el diagnóstico.
La infección de borreliosis se desarrolla muy lentamente en el organismo, y suelen pasar varios meses o años antes de que el paciente sienta ciertas manifestaciones de la enfermedad de Lyme.
Diversos órganos, como la piel, el sistema nervioso y las articulaciones, son atacados por la bacteria de la borreliosis.
La borreliosis se divide en tres etapas:
– Etapa I – infección local
– Estadio II – infección diseminada (extendida por todo el organismo)
– Estadio III – infección persistente (crónica y persistente)
Los síntomas más frecuentes son:
– Cansancio crónico (síndrome de fatiga crónica)
– Dolor neuropático en todo el cuerpo
– Calambres
– Sudores nocturnos extremos
– Arritmia cardiaca
– Trastornos de concentración
– Falta de memoria
– Artritis en las articulaciones de la rodilla o el tobillo, las manos y el hombroTreating borreliosis – Total body hyperthermia
Según un estudio realizado por el Instituto Max-Planck, las bacterias de la borreliosis mueren por encima de una temperatura de 41,6 °Celsius. Ya en 1996, un estudio escandinavo puso de manifiesto la termolabilidad de las bacterias y reveló que todas las cepas de Borrelia morían a 41,6 °C.
Aprovechamos este conocimiento con la terapia de hipertermia corporal total, en la que el paciente permanece tumbado en una cama dentro de una tienda de campaña durante dos o tres horas y se expone a una temperatura de entre 41,6 y 41,8 °C, siempre bajo la más estrecha supervisión médica.
Al mismo tiempo, esta temperatura elevada también activa los macrófagos del propio organismo (células limpiadoras y asesinas), que pueden eliminar las bacterias.
Este método debe aplicarse una o dos veces.
En el Centro de Medicina Avanzada le ofrecemos este método como piedra angular de un procedimiento holístico, porque eliminamos las neurotoxinas producidas por la bacteria Borrelia en un programa especial de desintoxicación.
La hipertermia corporal total también es ideal para combinarla con la terapia potenciada con insulina (TPI).